"Dos mezquitas de la ciudad de Christchurch fueron este viernes el
objetivo del peor ataque terrorista en la historia de Nueva Zelanda. Al menos 49 personas han muerto y más de 40 resultaron heridas, confirmó la primera ministra, Jacinda Ardern.
Un australiano descrito en la prensa de su país como un ultraderechista islamófobo
disparó con un arma automática en una de las mezquitas y lo
retransmitió por las redes sociales con una cámara adherida a su cuerpo.
Ha sido acusado de asesinato tras ser detenido en una persecución
policial. Hay otros dos arrestados. Es el atentado supremacista más
letal desde la masacre en Noruega en 2011.
Alrededor de las 14.00 hora local (2.00 en la España peninsular), un
individuo de 28 años identificado por los medios australianos como de
extrema derecha entró armado en la mezquita Al Noor de Christchurch y abrió fuego indiscriminadamente
contra los feligreses reunidos en la oración del viernes, según
testigos.
Mató a 41 personas —en el interior había al menos 300—.
Llevaba cinco armas. El atacante lo retransmitió en directo por las redes sociales
a través de una cámara. En el vídeo dice llamarse Brenton Tarrant. Poco
después de esta matanza, otras siete personas fueron asesinadas a tiros
en la mezquita de Linwood, a cinco kilómetros de la primera.
Las
autoridades no han confirmado si la misma persona ejecutó los dos
ataques, que dejaron también más de 40 heridos, once de ellos en
cuidados intensivos. Una última víctima falleció en el hospital. La
primera ministra neozolendesa, Jacinda Ardern, ha asegurado este
sábado que aparentemente las armas habían sido modificdas". Además, ha
anunciado cambios en su ley sobre posesión de armas.
Tres personas fueron detenidas tras el ataque. Tarrant, al que
agentes de la policía detuvieron tras una persecución en coche,
compareció este sábado ante un tribunal y fue acusado de asesinato. El
juez no permitió que se le viera el rostro al detenido. La próxima vista
judicial fue fijada para el 5 de abril. El primer ministro australiano,
Scott Morrison, le describió como un “terrorista extremista, de
derechas y violento”.
Ninguno de los arrestados estaba vigilado, confirmó la primera
ministra neozelandesa, Jacinda Ardern. Este uno de los debates abiertos
este viernes en Nueva Zelanda: las voces críticas que acusan a la
policía y las agencias de inteligencia de haberse concentrado solo en
investigar posibles atentados islamistas e ignorar el crecimiento de la
extrema derecha en el país. Christchurch se considera uno de los caldos
de cultivo de los supremacistas.
Las investigaciones también se concentran en Dunedin donde residía el
principal sospechoso. La policía cerró este viernes los accesos al
centro de la ciudad, la tercera mayor del país, y pidió a la población
que permaneciese en sus casas. El nivel de alerta máxima supuso el
cierre de mezquitas, colegios y edificios públicos de Christchurch.
“Ha llegado la hora de cambiar nuestra legislación sobre la posesión
de armas de fuego”, dijo Ardern. Tarrant obtuvo una licencia de posesión
de armas de fuego en noviembre de 2017 y empezó a comprar armas en
diciembre de ese mismo año.
Al menos tres de los muertos tienen pasaporte de Bangladés, según el
consulado del país en Auckland. Cuando empezó el tiroteo, cerca de una
veintena de miembros de la selección de críquet de Bangladés se
encontraban en un autobús a 50 metros de la mezquita Al Noor. Estaba
previsto que hoy disputasen un encuentro contra el equipo nacional
neozelandés, que ha sido cancelado.
Ardern afirmó durante una comparecencia previa que entre las víctimas
podría haber refugiados y migrantes. “Se trata de uno de los días más
oscuros de la historia neozelandesa. Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, estaba bien planeado”, declaró.
Inspiración
En el vídeo del ataque, de unos 17 minutos,
se observa cómo el agresor, vestido con ropa militar, conduce hasta la
primera mezquita, toma dos armas de su vehículo y con una de ellas,
automática, dispara a quienes se encuentran en la calle y a la entrada
del templo. Ya en el interior, vacía hasta tres cargadores.
Cinco
minutos más tarde, regresa a su coche y cambia de arma. Vuelve al templo
y continúa la matanza. Tras alejarse con su vehículo, fue interceptado
por los agentes. La policía de Nueva Zelanda actuó este viernes para que
se elimine el vídeo de las redes sociales. Facebook, Twitter y YouTube
anunciaron que lo estaban haciendo, aunque bastantes horas después del
ataque aún era posible acceder, informó la agencia Reuters.
Tarrant es entrenador personal, según la prensa australiana. En una
cuenta de Twitter, que fue eliminada, publicó un manifiesto en el que
detalla los motivos que le llevaron a atentar y explica que se inspiró
en Anders Behring Breivik, el noruego que en 2011 mató a 77 personas en Oslo y en la isla de Utoya. El de este viernes fue el atentado ultraderechista más letal desde el de Breivik.
En el manifiesto, titulado The Great Replacement (El gran reemplazo), se define como un “hombre blanco normal” que pretendía “cometer una barbarie para evitar otra mayor”, para “enseñar a los invasores que nuestras tierras nunca serán sus tierras,
nuestra patria nunca será la suya, al menos hasta que el hombre blanco
viva, y que nunca conquistarán nuestro país y nunca sustituirán a
nuestra gente”. Cita también como inspiración la matanza de 2015 en una
iglesia en Charleston (EE UU). Su autor, Dylann Roof, entonces de 21
años, mató a nueve negros con la intención de impulsar una guerra
racial. En 2017 fue condenado a muerte.
Lo más difícil para los neozelandeses será digerir la pérdida de la
inocencia que suponía creerse un país tranquilo y seguro donde nunca
pasa nada. Como dijo la primera ministra, un país “donde no hay lugar
para este tipo de ataques”. El sentimiento de apoyo a la comunidad
musulmana continuaba este viernes inundando las redes sociales: “Ellos
[las víctimas] son nosotros. Nosotros somos ellos”. (Anna Jover , Oriol Puigdemont , El País, 16/03/19)
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