2.03.2011

Un héroe: "No quería matar a mis hermanos"



"Mahmud tiene la cara hinchada y amoratada, sellada por un costurón que cubre el tiro que, atravesándole la mejilla y el labio, le ha partido la mandíbula. Otra bala entró y salió de su cuello sin atravesar ninguna arteria principal. Al final tuvo suerte.

Mahmud tiene la cara hinchada y amoratada, sellada por un costurón que cubre el tiro que, atravesándole la mejilla y el labio, le ha partido la mandíbula. Otra bala entró y salió de su cuello sin atravesar ninguna arteria principal. Al final tuvo suerte. (...)

"Me pidieron que disparara, pero no podía hacerlo. No quería hacerlo". Quiere explicarse entre susurros y al final termina pidiendo una hoja de papel donde escribir. "Estábamos tan cerca... Sabía que si disparaba mataría a alguien. No quería matar a mis hermanos".

No recuerda cómo fue exactamente, solo vio que su oficial le apuntaba y apretaba el gatillo. No sabe cuántas veces. Dos de las descargas hicieron blanco en su cabeza. (...)

"No quiero seguir en esta situación", escribe en el papel. ¿Y Mubarak? "Si tiene que irse, que se vaya", anota, "pero entre nosotros no podemos matarnos", concluye.

Muchos de los que se encuentran en este centro son policías que recibieron disparos de compañeros u oficiales que les ordenaban disparar contra los manifestantes.

Fuera de foco acepta contar su historia Ahmed. Se hace la foto y su hermano -"él aún está en estado de shock"-, relata lo sucedido. "Estaba de reserva en la zona del palacio de Abdeen, caminando hacia la plaza de la Liberación cuando les ordenaron cargar sus armas y disparar".

Él se negó a hacerlo. "Fue entonces cuando les amenazaron con un juicio militar si no obedecían las órdenes y muchos de ellos se lanzaron sin pensar", cuenta Abdala, un observador de derechos humanos que ha estado visitando los centros hospitalarios en busca de testimonios.

Las organizaciones de derechos humanos consideran que el número de muertos durante esos días podría ascender a dos centenares, los heridos superan el millar. "Uno de sus oficiales apuntó hacia él y le disparó en la barriga cuando se daba la vuelta", asegura . "Lo único que quería era acabar mi servicio militar e irme a casa", balbucea Ahmed. "No soy un asesino" (El País, 03/02/2011)

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