6.16.2009

La vida de Odette Elina en Auschwitz-Birkenau



"Con nuestras grandes cruces rojas a la espalda parecemos unos pobres cruzados" (p. 19)

"¿Cómo conseguimos cargar con nuestros delgados brazos las pesadas marmitas de sopa hirviendo?" (p. 42)



"Aquellas mujeres, que habían alcanzado un grado de delgadez inconcebible,
deformadas por el edema del hambre, con sus carnes flácidas y sus cabezas rapadas,
habían perdido todo carácter femenino" (p. 22)

"Aquella infeliz tenía los pechos pequeños.
Se habían vuelto transparentes como bolsas vacías" (p. 31)



"Durante muchos días permanecí postrada en el hospital, con el techo frente a mí.
O mejor dicho: el tejado inclinado, construido con una mezcla de paja y cal.
Entonces, daba libre curso a mi imaginación.
Dejaba de ser aquel encalado.

Veía un ejército en marcha, bien provisto de lanzas y picas, un tropel de caballos enjaezados,
como en las pinturas de Massaccio.
Siempre encontraba algo heroico en qué pensar." (p. 25)



"La luminosidad del cielo era extraordinaria.
El Campo, dormido, parecía habitado por un claro y gran silencio.
Allá arriba no había muros.
Podía comunicarme con cada planeta.
Ya no era una prisionera.
Aquí abajo, a mi alrededor, aquel gran espacio muerto.

Entonces, una vieja salió del Block apoyada en una muleta.
Apenas podía ponerse en cuclillas. La ví aliviarse casi de pie, enarbolando su muleta como un personaje del Apocalipsis, dibujándose contra la luna como una sombra chinesca.

Algo más lejos, grandes llamas subían hacia el cielo desde las chimeneas.
Era una noche pura de septiembre.
Los crematorios estaban cargados hasta reventar de combustible humano." (p. 52)



"Mi pequeña muerta de siete años.
Una niñita que parecía vieja. Cada día se volvía más escuálida, supuraba más,
mayor era su diarrea; también más autoritaria, más malvada, más miserable, más moribunda.

Murió.
Nadie quiso ayudarme a cargar el cuerpo.
Un muerto, cuando ha crecido más de la cuenta a los siete años, pesa.
Tuve que arrastrarla en trineo, por la nieve, hasta el montón de cadáveres." (p. 90)


Textos e ilustraciones. Odette Elina: "Sin flores ni coronas. Auschwitz-Birkenau, 1944-1945". Ed. Periférica, 2008. Cáceres. Trad. Luis Eduardo Rivera.

1 comentario:

Irène dijo...

Tremendas visiones.
Me ha gustado mucho encontrar este post. Con las ilustraciones, todo un lujo.
Un saludo